No lo supe...

Miraba sonriendo mis pies empaparse mientras me posicionaba sobre un charquito de agua creado por la lluvia, sonriendo, siempre sonriendo, desde que te conocí... 

Pero aun así, no lo supe.

Tenia miedo, me admito a mi misma, tenia miedo de lo que podría ser y de lo que no, de nuevas falsas esperanzas. Tenia miedo de saltar a un charco, pero sin fondo alguno.

Sin saberlo.

Pero ahí estabas, cuando alcé la mirada de mis mojados pies, parado frente a mi del otro lado de la calle, con tu hermosa sonrisa, observabandome. 

Y sin advertirlo, todos mis miedos fueron desapareciendo con cada paso que dabas en mi dirección, con cada mirada sin reservas que me brindabas. 

Y yo aun ahí, sin saberlo.

 Fuiste derribando mis barreras, una por una, con cada suspiro de seguridad que me generabas, con tu expresión de preocupación cuando observaste mis pies mojados y de que no estarías nada contento si me llegaba a enfermar por ello. 

 No lo supe. 

No lo supe hasta que lentamente reuniste nuestras miradas, que sin saberlo, 

me había enamorado de ti...